Rigoberta Menchú Tum nació de una familia campesina perteneciente a los indígenas maya-quiché de Guatemala en el año 1959. Desde pequeña estuvo rodeada de violencia, discriminación, racismo, explotación, abuso e injusticias. Esto por el simple hecho de pertenecer a una familia de pocos recursos en un país donde las divisiones de clases sociales son evidentes hasta el día de hoy. Siempre estuvo involucrada en acciones de reforma social a través de la iglesia católica; esto por medio de la catequesis y actividades pastorales. Perdió a su padre en un incendio que la milicia provocó en la Embajada Española. Su hermano fue torturado y agredido hasta ser irreconocible por su propia familia y morir. Por otro lado, su madre también perdió la vida tras ser violada y agredida múltiples veces por parte de la milicia. Estos son solo algunos de los incidentes que marcaron la vida de Rigoberta Menchú para siempre. Solo con estos ejemplos se nota que fue una infante sin niñez, obligada a sufrir el discrimen y el odio de seres humanos que creían ser más importantes que ella.
Estos eventos tan crudos que la líder indígena narra con lujo de detalle en su autobiografía titulada Me llamo Rigoberta Menchú y así nació mi conciencia causaron un impulso por su parte para protestar en contra de ellos. No tan solo protestaba sino que Rigoberta Menchú organizó muchísimas marchas, protestas y otras actividades de reforma social en donde se denunciaba el abuso de poder y como resultado, el sufrimiento de inocentes indígenas. Es increíble pensar que en la actualidad este tipo de abuso y sufrimiento sigue ocurriendo a diario. Después de decir presente en este tipo de actividades, Rigoberta Menchú Tum tuvo que refugiarse en Méjico. Sin embargo, esto no detuvo su lucha ni por un instante. Al contrario, desde este país Rigoberta se convirtió en una líder cada vez más fuerte. Organizó protestas y luchas en las que muchísimos indígenas siempre dijeron presente. Además, aprovechó este exilio para dar a conocer su historia al mundo. Publicó su autobiografía y su mensaje se esparció de tal forma que logró ser escuchada por las Naciones Unidas. En el año 1992 recibe el Premio Nobel de la Paz, galardón de suma importancia y prestigio, por su labor para con su pueblo indígena. Luego de alcanzar este prestigioso galardón decidió regresar a su hogar, Guatemala, para continuar con la lucha que nunca abandonará. Desde el comienzo de su lucha a recibido amenazas de muerte y por tal razón recurre en ocasiones al exilio. No obstante, en el 2007 se lanzó como candidata para la gobernación de su país.
En una entrevista que la BBC le realizó a Anita Menchú, hermana menor de la líder, la misma comenta que en su vida estuvo privada de tantas cosas que en la actualidad todo le asombra: "Si le regalan una camisa, le parece sensacional, se maravilla ante todo lo que uno le dé, se maravilla ante el agua que corre por las calles, ante la técnica hoy en dia, es su capacidad de maravillarse con todo lo que existe en el mundo y su deseo de aprovechar lo que nunca tuvo, de poder vivir lo que nunca pudo, lo que nunca le dejaron vivir”. Estas palabras describen con exactitud el gran ser humano que es Rigoberta Menchú Tum. Privada de sus goces de niñez tuvo el enfoque y la determinación necesaria para ayudar a su pueblo sin importar las amenazas que estas luchas traerían consigo. A esta mujer le es imposible ser egoísta ya que ni siquiera conoce el significado de la palabra. Su labor siempre ha sido y seguirá siendo para con los demás. Por esta y muchas otras razones Rigoberta Menchú Tum no es solo digna de recibir el Premio Nobel de la Paz, sino que se convirtió en modelo de lucha por la libertad, equidad y justicia.
Y. García Smaine
M. De León
http://www.frmt.org/es/quienesrigobertamenchutum.html